Comienza septiembre y, a su vez, la característica vuelta al cole supone muchas veces tener que hacer un cambio en el escritorio. Se cumplen años y cada vez se necesita un espacio de estudio más amplio o una mejor organización en el mobiliario. Si estás en alguna de estas situaciones o simplemente quieres darle un giro estético a tu zona de trabajo hay que tener en cuenta algunos de los aspectos que vamos a comentar.

Principalmente lo hay que considerar en la disposición de un escritorio es la cantidad de personas que van a utilizarlo. No se distribuye igual un escritorio en el que va a haber una persona trabajando que varias. Otra de las cosas que condicionan notablemente la distribución es el tamaño del dormitorio o zona de trabajo, ¿simplemente va a ser zona de estudio?, ¿se va a necesitar zona de descanso?

Cuando hablamos de compartir el dormitorio con la zona de estudio, una muy buena solución es utilizar el cabecero como escritorio. Un mueble a medida de 20 cm de profundidad en la zona del cabecero ampliándolo a 60 cm para que sirva como mesa de estudio es una propuesta ideal. Pero si hay dos personas, otra de las soluciones mas populares es la simetría. Se distribuye paralelamente el dormitorio para que cada persona tenga su espacio individual, sin invadir el espacio del otro.

Otra opción es distribuir el espacio en dos alturas. Se deja el escritorio abajo y se coloca la cama en lo alto, a la que se accede por unas escaleras, para tener mas espacio ya que lo que más ocupa en un dormitorio es la cama. Las literas y, sobre todo las abatibles, también son una solución que cuando el espacio es mínimo hace que la zona tenga más amplitud.

La iluminación también es un elemento muy importante, por eso, si existe la posibilidad de colocar la zona de trabajo en un lugar con luz natural, ¡no te lo pienses! Siempre ayudando, por supuesto, con puntos de luz para cuando esta no esté.

A la hora de organizar la cantidad de estantes y cajones que se van a colocar, se puede optar por estanterías compuestas de diferentes baldas, cajones que pueden servir como pie del escritorio, diferentes formas que hacen que el espacio quede más organizado y tenga una mayor facilidad de uso.

Pero lo más importante, es que la zona de trabajo esté a gusto de la persona que la va a utilizar. Ya que, si no es así, va a ser mucho más difícil concentrarse a la hora de trabajar. Por eso, una decoración con algún papel pintado inspirador, un marco donde colgar fotos o notas de recuerdo, un material escolar de diferentes colores y estampados, y unos bonitos puntos de luz, hacen que trabajar no sea una labor tan costosa y facilite las ganas realizar cada día las tareas pendientes.